Reseña: «Ricitos de oro y los tres ositos»

Ricitos de oro y los tres ositos

Roberto Piumini (Autor), Anna Laura Cantone (Ilustradora)
Ed. Obelisco – Picarona

+3 años

 

La historia de Ricitos de Oro forma parte de los recuerdos infantiles de la mayoría de nosotr@s.
Entre los cuentos clásicos es uno de los pocos que considero apto para niñ@s pequeñ@s porque no hay malos ni violencia ni princesas sumisas.
La Editorial Picarona nos presenta una versión entrañable y muy especial, gracias a los textos de Roberto Piumini y las ilustraciones de Anna Laura Cantone, dos pilares de la literatura infantil italiana contemporánea.
Los protagonistas de la historia son 3 osos antropomórficos y una niña llamada Ricitos de Oro por su cabellera rubia.
Los tres osos, uno grande, uno mediano y otro pequeño, viven en una casita en el bosque, donde cada uno de ellos tiene un tazón, una silla, una cama (y muchas más cosas) adecuados a su tamaño.
Un día, esperando a que su sopa se enfríe, aprovechan para dar un paseo por el bosque. Ricitos de Oro, una niña muy curiosa, al pasar por casualidad cerca de la casita y, viéndola vacía, no puede resistir la tentación de entrar.
Al ver los 3 tazones de sopa, le entra hambre y los prueba uno tras otro, pero solo el más pequeño es de su agrado y, por eso, se termina toda la sopa que contiene. Tenía la temperatura ideal, ni fría ni caliente.
Tras probar las 3 sillas, se decanta por la pequeña, ni dura ni blanda, que pero no puede aguantar su peso y se rompe.
Decepcionada y cansada, se va a la planta de arriba y decide probar las 3 camas, hasta dar con la más pequeña, que es justo de su tamaño.
Cuando los 3 osos regresan, enseguida se dan cuenta de que por allí había pasado algún intruso y, cuando por fin encuentran a la pequeña, todavía plácidamente dormida en la cama del osito pequeño, sus gritos de asombro asustan a Ricitos de Oro que deja la casa lo más rápido que pueda.

 

Es un cuento en el que todos los personajes provocan empatía.
Para un/a niñ@ no es nada difícil ver las cosas desde el punto de vista de Ricitos de Oro, con esa curiosidad y espontaneidad que hace la infancia un periodo tan especial. Además la manera en la que Anna Laura Cantone ha interpretado el personaje es muy graciosa: la cabeza grande, la nariz fina y muy larga, las gotas rojas, el pelo rubio que mide el doble que la niña, con un lazo rosa como el vestido, y unas piernecitas y unos bracitos diminutos.
Pero también no se puede no entender cómo se sienten los ositos, sobre todo el más pequeño, al ver violada la intimidad de su casa y al encontrarse sin sopa, con la silla rota y con una niña desconocida en su cama.
Además de la importancia del respeto por las pertenencias ajenas, es un cuento que habla de compartir.
Aunque al osito pequeño no le hace mucha gracia descubrir que Ricitos de Oro ha terminado su sopa, roto su silla y dormido en su cama, no tarda en perdonarla y olvidar lo acontecido: pide un poco de sopa a los otros 2 osos, mientras el oso grande se dedica a arreglar la silla.
Es también un libro ideal para introducir los conceptos de grande, mediano y pequeño.
El texto tiene la particularidad de cambiar de tamaño y fuente cuando se nombran los objetos GRANDES, MEDIANOS y PEQUEÑOS, poniendo además las palabras en mayúscula. Lo mismo pasa con las palabras que pronuncia cada uno de los 3 ositos.

 

Ese texto tan cautivador se lo debemos al arte de Roberto Piumini, uno de los escritores italianos más interesantes y creativos de los últimos años; maestro, pedagogo, director de grupos de teatro y actor, incluso compositor de canciones infantiles. Desde 1978 ha escrito libros tanto para público infantil y juvenil como para adultos y su trabajo es ampliamente reconocido no solo en Europa por sus libros que abarcan géneros tan variados como la poesía, el cuento, la retahíla, la fábula, la novela y la obra de teatro.

 

Los 3 ositos antropomórficos también tienen caritas simpáticas con sonrisas pícaras, grandes narices y ojos extremadamente pequeños, así como las orejas, los brazos y las piernas.
Anna Laura Cantone ha conseguido dar un toque de humor a la historia que hace de esta versión del cuento nuestra favorita: la imagen de los 3 osos sentados en sus orinales, acompañados por un pajarito, es hilarante.
Además ha añadido otro gracioso personaje, un pingüino «mascota» que, con su sonrisa de listillo, aparece en todas las páginas del libro (dejándonos con la duda: ¿habrá más de uno?)
La técnica usada para las ilustraciones, que une fotos de objetos (los tazones, las sillas, las camas) y dibujos (los personajes) es muy original y les llama mucho la atención a l@s niñ@s, al introducir elementos reales y fácilmente reconocibles en un cuento.
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