Carrera de caracoles
Jugadores: 2-4
Duración partida: 15 min.
+5 años
En la huerta de la señora Mercedes, seis caracoles de colores están en la línea de salida, listos para empezar una carrera. El objetivo del juego es intentar que lleguen a la meta los tres caracoles que indica nuestra carta.
Hay dos niveles de juego, principiante o avanzado, cada uno de los cuales corresponde a uno de los lados del tablero. Los caracoles son magnéticos y eso permite que la lata forme parte del tablero de juego.
Tras colocar los caracoles en la casilla de salida, se reparten las cartas, una a cada jugador. En la carta aparecen los caracoles que tenemos que llevar a la meta.
En el caparazón de cada caracol hay un símbolo que aparece también en los dados y en el tablero.
Si al tirar los dados, salen dos símbolos iguales, se colocará el caracol con ese símbolo en la siguiente casilla del recorrido que contenga ese mismo símbolo. Si salen dos símbolos diferentes, elegiremos uno de los dos y colocaremos al caracol en la siguiente casilla que tenga el símbolo elegido.
Si hay un caracol en una casilla, los símbolos que hay en esa casilla están bloqueados y lo que cuenta es el símbolo del caracol. Si un jugador ha sacado ese símbolo, colocará su caracol encima del caracol con el mismo símbolo que ha salido tras tirar los dados.
Si un caracol está debajo de otro caracol, queda bloqueado, así que, si un jugador saca el símbolo de ese caracol, no lo podrá mover y deberá mover el caracol con el símbolo del otro dado a la próxima casilla que corresponda.
En la pared vertical de la lata (que forma parte del tablero) no se colocará un caracol encima de otro, sino en la siguiente casilla con el símbolo que haya salido.
Si al final del recorrido no hay ningún símbolo que coincida entre el caracol y la meta, se colocará el caracol en el podio.
El juego se acaba cuando estén ocupados los tres puestos del podio.
Se cuentan los puntos, tras destapar las cartas y comprobar cuáles de nuestros caracoles han llegado al podio.
Se obtienen 3, 2 o 1 punto según el lugar del podio en el que se encuentran los caracoles que aparecen en nuestras cartas. El jugador que más puntos tenga, ganará la carrera.
Un juego divertido, rápido, de fácil comprensión también para los más pequeños y que ayuda a desarrollar la paciencia, ya que hasta el final de la carrera no se sabe quién ha ganado. Es un juego de estrategia donde también la suerte juega un papel importante.
Otro juego de Haba que merece la pena tener en casa porque permite transcurrir entretenidos momentos en familia. Y, como siempre, la calidad de los materiales es muy elevada.
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