Hemos tenido la irrepetible oportunidad de incluir también a un escultor en nuestro proyecto sobre esculturas y cuadros famosos y sentirnos protagonistas de su obra en primera persona.

En el centro Pompidou de Málaga está expuesta una escultura de Alexander Calder, «Máscara», una obra de arte tan sencilla como impactante. Pero el momento más interesante de nuestra visita ha sido la visita a la sala Espacio Público Joven que en este momento acoge la exposición–taller «¡Vaya circo!».

Se trata de una inciativa lúdica y creativa pensada para que niñ@s con edades comprendidas entre 5 y 12 años, y sus familias, conozcan y experimenten el universo Calder de manera divertida.
Esta exposición-taller invita a abordar conceptos como equilibrio y movimiento a través de la manipulación de objetos de colores, materiales cotidianos, además de movimientos mecánicos sencillos como soplar, empujar o girar.
Hay tres zonas diferentes.

La primera de ellas, “Jugar con el equilibrio de las formas”, propone
juegos corporales como los que realizan acróbatas y equilibristas.
juegos corporales como los que realizan acróbatas y equilibristas.

La segunda, “Dibujar en el espacio”, invita a pasar de dos a tres dimensiones, de una línea a un volumen, juega con la luz para descubrir las formas.

En la tercera zona, “En la pista todos”, los niños, con ayuda de un mediador, podrán inventarse una figura a partir de diversos materiales y decidir qué movimientos quieren para inventar un número de circo.

Para Anna Laura ha sido muy emocionante poder manipular los materiales que ya conocía gracias a un libro maravilloso, con pop-ups y actividades, que tenemos la suerte de tener en nuestra biblioteca casera: Alexander Calder ¡Mira qué artista!

La obra de Alexander Calder ha supuesto una revolución en el mundo del arte del siglo XX, al haber introducido el concepto de movimiento.
«Por qué el arte habría de ser estático?
La próxima etapa será el arte en movimiento«
El año pasado Anna Laura participó en un taller organizado por la Casa Natal de Picasso, donde estuvo trabajando algunas obras de Picasso. Cada niño tenía que elegir un cuadro y reproducirlo a su manera. A mi peque le llamó la atención un retrato de Dora Maar, así que pidió a los monitores más información sobre la artista franco-croata.

No hemos vuelto a hablar de ese cuadro hasta que nos topamos en el Centro
Pompidou con una reinterpretación del artista islandés Erró «Lágrimas para dos». A pesar de que el collage de Erró es bastante libre y original, Anna Laura reconoció a su Dora Maar enseguida, a demostración de que lo que deja huella y emociona no se olvida.
Pompidou con una reinterpretación del artista islandés Erró «Lágrimas para dos». A pesar de que el collage de Erró es bastante libre y original, Anna Laura reconoció a su Dora Maar enseguida, a demostración de que lo que deja huella y emociona no se olvida.