Anna Laura en el Museo Pompidou – Málaga

El pasado mes de marzo se inauguró en Málaga una sede provisional del  Centro Pompidou, ideado por Alain Seban, presidente del Centre Pompidou de Paris.
Se trata de un proyecto piloto que se propone de ofrecer durante varios años  un recorrido por obras de referencia de la colección del Centre Pompidou, y acompañarlo con una programación de exposiciones y experiencias multidisciplinares, así como de talleres.
Los domingos por la tarde el acceso es gratuito a partir de las 16 h. Las familias con niños tienen que guardar cola pero tienen acceso preferencial en cuanto empieza el horario gratuito. Y mientras esperan a cada niño viene entregada una hoja y una caja de ceras de colores para colorear los dibujos que en ella aparecen.
La colección permanente es un recorrido por el arte de los siglos XX y XXI con más de 80 obras seleccionadas entre las de la colección del Centre Pompidou.
Se tratan cinco temas: Las metamorfosis, Los autorretratos, El hombre sin rostro, El cuerpo político y El cuerpo en pedazos.

Obras de Picasso, Chagall y Frida Khalo, cuadros, esculturas y vídeos, una variedad de expresiones artísticas que impacta cualquier visitador.

Este museo está pensado para acoger programas pluridisciplinares dedicados a la danza, la representación, la palabra y el cine, con la ayuda de dispositivos de mediación destinados sobre todo a un público joven.
Hay una habitación habilitada como área de construcción para niños a partir de 6 años con materiales variados.

Y al final de la exposición nos esperaba un enorme panel blanco donde colgar una frase (o un dibujo, en nuestro caso) en un post-it de colores.

Me encantan las librerías de los museos porque siempre tienen títulos interesantes que no siempre es fácil encontrar en otras librerías.
La librería del Centro Pompidou es amplia y contiene una gran variedad de títulos, entre ellos la preciosa colección BabyLit de la cual os hablé aquí y los libros con imágenes en movimiento de Rufus Butler Seder, Kick! y Gallop!.

Una visita muy interesante para grandes y pequeños.

Y siempre es una experiencia emocionante visitar un museo con niños, porque nos regalan su entusiasmo por la novedad y su peculiar punto de vista, encontrando similitudes entre las obras de arte y su cotidianidad.
Mi hija incluso ha reconocido en las estatuas de Picasso a un par de familiares nuestros…

Si pasáis por Málaga merece la pena dedicar una tarde a la visita del Museo Pompidou, aprovechando para dar un paseo por el Muelle Uno (los domingos suele haber mercadillo de artesanía) y a lo mejor subirse a la nueva y flamante noria de 70 metros para admirar la ciudad desde un punto de vista diferente.

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