
Edad recomendada: 3-6 años
Duración partida: 10-15 minutos
Numero de jugadores: 1-8
«El frutal» ha sido nuestro primer juego de mesa (y el de much@s niñ@s de nuestro entorno). Es un juego cooperativo, divertido, estéticamente bonito.
Este juego tiene más de 30 años pero sigue siendo uno de los más vendidos.
Está recomendado para niños y niñas a partir de 3 años que, por lo menos hasta los 6 años, podrán pasar ratos muy entretenidos y aprender matemáticas. Es un juego ideal para hermanit@s de edades diferentes o reuniones con prim@s y amig@s.
Las partidas duran aproximadamente entre 10 y 15 minutos y pueden jugar simultaneamente hasta 8 jugadores.
La caja contiene:
- 10 manzanas
- 10 peras
- 10 pares de cerezas
- 10 ciruelas
- 4 cestas para recolectar la fruta
- 1 puzzle del cuervo (9
piezas) - 1 dado de colores y símbolos
- 1 tablero
Una de las características más destacadas de este juego es que se trata de un juego cooperativo, en el que todos los jugadores tienen el mismo objetivo: ganar al cuervo.
Los juegos cooperativo, que hemos recogido en esta entrada, fomentan el compañerismo y el espíritu de equipo. Son ideales para empezar a l@s peques en el apasionante mundo de los juegos de mesa, sobre todo porque la ausencia de competitividad elimina el estrés y aumenta la diversión.
Se colocan las frutas en los árboles correspondiente. Se reparten los cestos entre los jugadores y se apilan las piezas del puzzle boca abajo.
El objetivo del juego es recoger la fruta de los árboles antes de que lo consiga el cuervo.
Cada jugador, cuando es su turno, tira el dado. El resultado de la tirada del dado es tríplice:
- si sale color, el jugador debe coger una fruta del color que ha salido y ponerla en su cesta.
- si sale cesta, el jugador puede recoger dos frutas a su elección y ponerlas en su cesta.
- si sale cuervo, el jugador deberá coger una pieza del puzzle.
Los jugadores ganarán si se acaba ante la fruta, el cuervo ganará si se completa antes el puzzle.
Este juego permite trabajar distintos aspectos:
- vocabulario (nombre de las frutas, acciones a realizar tras tirar el dado, colores);
- motricidad fina (al preparar el tablero con las frutas en los árboles y al recolectarlas y reponerlas en las cestas);
- cooperación;
- conteo;
- capacidad de realizar puzzles (además con dificultad añadida: hay que añadir las piezas al puzzle desde una angulatura concreta).

Como he dicho antes, el juego es bonito. Las frutas son de madera, un material manipulativo genial para aprender a sumar y restar pero también para jugar a las cocinitas.
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De este juego existe también una versión simplificada y con piezas más grandes, para niñ@s a partir de 2 años: Mi primer frutal.
