Reseña: «La montaña de coral»

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A Roque, la montaña, le encantaba escuchar historias. Los pájaros le contaban relatos de tierras lejanos y Roque escuchaba con atención.
Pero lo que más le gustaba era soñar con el océano. Le costaba imaginar tanta agua junta y se preguntaba cómo se había formado…
Soñaba con barcos, peces, olas.

Hasta el día en el que se cansó de conformarse con imaginar el mar y decidió hacer algo para verlo con sus propios ojos. Empezó a comer rocas y piedras para crecer y divisar el mar en el horizonte. Pero todos sus esfuerzo resultaban inútiles.

Afortunadamente podía contar con unos amigos generosos e ingeniosos que le trajeron pedazos de océano…

Nuestro protagonista desea con todas sus fuerzas ver el mar. Por su naturaleza, no puede moverse, llevaba miles de años anclado al suelo y sabe que un solo pasito suyo habría hecho temblar la tierra.
Tampoco le alcanza la vista. Intenta de todo para que su sueño se haga realidad, pero nada funciona. Afortunadamente puede contar con unos  buenos amigos, dispuestos a hacer lo que sea para levantarle el ánimo.

Una fábula que habla de sueños y de amistad, y que nos demuestra que, con un poco de ayuda, incluso lo que parece imposible, puede hacerse realidad. Es el relato de cómo un gesto altruista puede cambiar la vida de alguien, devolverle la ganas de vivir y ofrecerle otra perspectiva.

El texto, de frases corta y cuidadas, es acompañado por ilustraciones impactantes, de montañas y peces humanizados, de pájaros de colores, de enormes colares rojos. Palabras e imágenes nos transmiten toda la fuerza y la hermosura de la naturaleza, y sobre todo la magia del mar, con sus olas, sus caracolas, sus estrellas…