
Siempre te querré, pequeñín
Debi Gliori
Timunmas – Editorial Planeta de libros
+3 años
Colín estaba muy enfadado y tristón.
Se puso a tirar, a romper y a derramar,
a gritar, a llorar, a golpear y a patalear.
Rompió, astilló, machacó y aporreó.
¡Ay, Dios mío! – dijo su madre -. ¿Qué es
todo este lío?
todo este lío?
Y Colín dijo: Soy un zorro
pequeño, enfadado y tristón,
pequeño, enfadado y tristón,
y nadie me quiere de corazón.
El pequeño zorro Colín se siente triste y enfadado. Su manera de desahogarse es con una «rabieta» descomunal en la cual llegó incluso a romper objetos. La madre, sorprendida, le pregunta el por qué de su comportamiento y Colín intenta explicarle cómo se siente.
¡Pero, Colín…!
– dijo su madre – . Enfadado o no,
– dijo su madre – . Enfadado o no,
pase lo que pase,
siempre te querré de corazón.
siempre te querré de corazón.
Ante la respuesta llena de amor y comprensión de su madre, Colín se queda asombrado. ¿De verdad su madre le querrá siempre, a pesar de su comportamiento?
Casi no puede creerlo.
Casi no puede creerlo.
Se le ocurren así unas cuantas preguntas para averiguar si el amor de su madre quedaría intacto incluso si se convirtiera en animales peligrosos o considerados poco agradables.

Su mamá le asegura que no cambiaría nada en absoluto.
Incluso si fuera un cocodrilo no pararía de darle besos, de mimarlo y de arroparlo por las noches.

Colín tiene otra pregunta que le deja intranquilo: quiere saber si el cariño se gasta o si se puede romper. Pero, sobre todo, quiere saber si el cariño sigue vivo cuando su madre ya no esté con él…
La madre le da una tierna respuesta que le servirá de consuelo y que seguramente nunca olvidará.

Un cuento escrito en rima, con mucho ritmo y sobre todo muy emotivo.
El lenguaje es sencillo y transmite perfectamente el mensaje de amor incondicional por parte de la madre, un amor tan fuerte que supera la barrera del tiempo y las circunstancias de la vida.
Una historia en la que el comportamiento de la madre hacia la «rabieta» de su hijo (aunque esa palabra no me gusta nada, prefiero llamarlo enfado, para l@s niñ@s que la viven es algo muy serio) está perfectamente en línea
con la crianza respetuosa.
con la crianza respetuosa.
De hecho la comparación con distintos animales nos hace entender cómo se siente el pequeño zorro: no se reconoce, se siente malo porque no consigue controlar su enfado y su tristeza. Necesita ayuda, palabras dulces y un abrazo, no ser regañado.
Debi Gliori, autora e ilustradora escocesa, ha creado un libro con dos personajes inolvidables que ya forman parte del imaginario colectivo como
símbolo del amor materno-filial. Un libro que, tras 17 años de su primera publicación, sigue siendo uno de los más vendidos y más amados por el público infantil (y por las madres también).
símbolo del amor materno-filial. Un libro que, tras 17 años de su primera publicación, sigue siendo uno de los más vendidos y más amados por el público infantil (y por las madres también).
Las ilustraciones son deliciosas, con muchos toques de humor y detalles que a l@s más pequeñ@s les encanta mirar una y otra vez. Y las estrellas en color plata son un imán para sus ojitos.
En mi opinión es a partir de 3 años cuando un/a niño/a puede entender el sentido más profundo de este cuento pero las ilustraciones tan elocuentes llaman la atención también de niñ@s más pequeñ@s. Al ser un libro de cartón duro es apto para ser manipulado incluso por bebés.
El periódico The Times ha definido este cuento «el equivalente a un abrazo» y creo que es una definición plenamente acertada. Leerlo a nuestr@s pequeñines/as nos permite dar voz a nuestros sentimientos más profundos, expresar con palabras ese vínculo maravilloso y eterno que nos une a nuestr@s hij@s y que nada podrá romper.
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Precioso libro
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