Alrededor de los 18 meses, Anna Laura empezó a mostrar mucho interés por la cocina. Siempre le había encantado estar en la cocina con nosotros pero ya no le bastaba con mirarnos, ella también quería ayudar. Cuando era más pequeña, se entretenía más fácilmente, por ejemplo con un cuchillo de untar, pero, con el pasar del tiempo, iba demandando un papel más activo: «Mamá, yo también, yo sola«. Seguro que estas frases te suena.
En la trona o subida a una silla, empezó así a participar en la preparación de las comidas familiares.
También le compramos una cocinita y algunos alimentos de madera para cortar porque sus ganas de cocinar podían surgir a cualquier hora del día y no siempre era el momento adapto para cocinar de verdad.
Le compramos también un set de cacerolas de juguete que incluye delantal, gorro, trapo y guante de horno. Nunca empieza sin su delantal y su gorro.
Cocinando l@s peques aprender conceptos básicos de química, de matemática, practican la motricidad fina, aprenden a ser pacientes y sobre todo ¡difrutan muchísimo!
Para cocinar también es fundamental tener un cronómetro de cocina que, no solo sirve para controlar el tiempo de cocción sino también para que l@s
peques entiendan un concepto tan abstracto como el tiempo. Nosotras elegimos este con forma de pingüino que, además de gracioso,
funciona genial.
Cronómetro de cocina
.
Una tabla muy cómoda para cortar y verter. Además de las dimensiones perfectas.
.
.
Este ha sido el primer cuchillo que ha usado Anna Laura, 100% seguro. La
hija mide 7 cm y es de acero inoxidable.
Cuchillo pequeño, de plástico, libre de melamina y BPA. De nuestros favoritos por ser manejable y tener forma de animalito (todavía no nos hemos puesto de acuerdo de qué animal se trata).
Cuchillo de plástico con el cual es prácticamente imposible cortarse. La hoja mide poco más de 12 cm. Perfecto para cortar verduras.
Con mango de plástico apto para niños, ergonómico, así como el cuchillo incluido en el set.
Un cortador sencillo, con la parte exterior de plástico.
Este no lo tenemos pero le tengo muchas ganas. Es un cortador y pelador profesional, de metal. Sirve también para pelar patatas y peras, por ejemplo. Lo he visto en tableros Pinterest Montessori y ¡mola mucho!
Es un cortador de metal que corta de verdad, así que hay que usarlo siempre con supervisión y con mucho cuidado. Fácil de manejar.
Anna Laura disfruta muchísmo pelando huevos y, desde cuando ha aprendido a cortarlos sola, le gusta aún más. Lo usamos también para cortar fresas.
Si, como a nosotros, os gustan los aguacates, este utensilio es una maravilla. Sirve para pelar, cortar y deshuesar.
Anna Laura no ama mucho las verduras y una de las pocas manera en las cuales se las come es cuando…se transforman en espaguetis.
Este set incluye tijeras infantiles con forma de pato, batidor de varilla y cucharas de medición con forma de peces.
Este set es uno de mis básico en cocina pero se lo presto a Anna Laura.
Incluye un pelador (de silicona) y un prensador (de acero) de ajos.
Gracias al entusiasmo de Anna Laura he vuelto a hacer pesto casero después de muuucho tiempo. El nuestro no es exactamente este (porque lo compramos en una feria de ONG) pero es del mismo material.
Mortero
Y también galletas, aunque solo en ocasiones, posiblemente en invierno. Ya se ha vuelto una de nuestras tradiciones de Navidad.
Moldes para galletas
Hasta ahora lo hemos usado solo para la masa de la pizza y de las galletas, pero pronto vamos a lanzarnos y hacer…¡pasta! Este rodillo es de silicona y madera, y de tamaño infantil.
Rodillo
Permite trabajar la motricidad fina y aprender a enroscar a la vez.
Este es un exprimidor de naranjas y limones, «de toda la vida», pero con una forma graciosa y con asa, lo que hace más cómodo para la peque el trasvase.
Este exprimidor lo usamos solo para limones y limas y es un invento genial.
Nuestro próximo objetivo son estos utensilios pensados para niñ@s (a partir de 5-6 años). Los probamos en un taller de cocina y son una maravilla (pero un poco caros).
Por cierto, en casa tenemos a la que prepara el mejor «caffè espresso». Sabe llenar el depósito de agua, poner la cápsula y dar a los botones de encendido y salida de café. Pone ella sola un poco de azúcar, lo remueve y se lo lleva a su papá.