Reseña: «Con Tango son tres»

Con Tango son tres
Justin Richardson (Autor), Peter Parnell (Autor), Henry Cole (Ilustrador)
Ed. Kalandraka

 

+4 años

…En la casa de los pingüinos había dos que eran
un poco diferentes. Uno se llamaba Roy y el otro, Silo.
Los dos eran chicos y lo hacían todo juntos.
Se hacían reverencias el uno al otro. Caminaban juntos.
Se cantaban mutuamente y nadaban juntos.
Allá donde Roy fuese, también iba Silo…
Dos pingüinos machos del zoo de Nueva York pasaban mucho tiempo juntos y se comportaban como cualquier otra pareja de pingüinos, siguiendo los rituales propios de su especie.

Observando al resto de parejas, Silo y Roy, nuestros protagonistas, iban imitando lo que las demás parejas hacían, incluso preparan un nido e intentan incubar una roca como fuera un huevo.

El cuidador del zoo, que había notado su comportamiento, les da la oportunidad de tener una cría, haciéndole entrega de un huevo abandonado.

Silo y Roy cuidarán de él sin descanso hasta el momento de la eclosión.

Y desde aquel momento su pequeña familia tiene un nuevo miembro y, con la pequeña Tango, ya son tres.

«Tres con Tango» es una historia real adaptada a l@s más pequeñ@s de la casa.

Y no solo es una historia conmovedora sino que combina texto informativo y literario de forma equilibrada. Las ilustraciones, gracias a imágenes realistas y composiciones a modo de viñetas, usadas para indicar el paso del tiempo, aclaran y complementan el texto, y hacen que esta obra resulte muy atractiva también para l@s más chiquitines/as.

Esta es la historia verdadera de Roy y Silo, pingüinos barbijos, que tienen una delicada línea de plumas negras por debajo del pico, como si fuera un collar. Después de algún tiempo, en 1998, Rob Gramzay, el guarda del Zoo del Central Park, descubrió que estos dos pingüinos machos que estaban juntos siempre eran pareja. En el año 2000, Rob Gramzay siempre observaba el comportamiento tierno de Roy y Silo, y decidió darles la oportunidad de crear una familia. Tango, su cría, nació de un huevo de otra pareja de pingüinos, que se llaman Betty y Porkey. Esta pareja acostumbra a incubar sus propios huevos, pero nunca han sido capaces de ocuparse de más de uno al mismo tiempo. Cuando Betty puso dos huevos fértiles, Gramzay colocó el huevo sobrante en el nido vacío que había construido la pareja. Y el nombre elegido para el bebé pingüino significa que ‘se necesitan dos para bailar un Tango’.

Desde hace más de un año, es uno de los libros favoritos de mi hija que a menudo me pide que le vuelva a leerle la historia del pingüino y sus papás. Un álbum ilustrado que fomenta el respeto hacia los animales y trata temas sensibles como la adopción y la diversidad familiar.

Me parece una historia perfecta para explicar a l@s niñ@s la existencia de parejas del mismo sexo de manera natural. Y para recordar (a l@s adult@s, porque l@s niñ@s lo saben de sobra) que para que exista una familia, solo es necesario que haya amor.
El primer libro infantil de Justin Richardson y Peter Parnell fue un éxito y, desde su publicación en 2005, ha recibido numerosos premios, pero también ha sido censurado por sectores conservadores, contrarios a los nuevos modelos de familia. Justin Richardson es psiquiatra y actualmente trabaja impartiendo charlas sobre el desarrollo de la orientación sexual en niñ@s y adolescentes.

Este álbum ha estado descatalogado en castellano durante mucho tiempo la editorial Kalandraka lo ha vuelto a editar también en catalán, gallego, euskera y portugués, idiomas con los cuales normalmente trabaja.  

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