Desarrollo de la motricidad fina a través del juego

La psicomotricidad fina es la coordinación de movimientos de distintas partes del cuerpo con precisión.
Se va desarrollando de forma paulatina pero también se puede fomentar su desarrollo con actividades que requieren precisión, alto nivel de coordinación, paciencia y concentración.

Los bebés empiezan desarrollando la motricidad gruesa que les permite controlar su cuerpo y mantener el equilibrio. Pero, poquito a poco, y de forma más evidente a partir de los 4 meses, cuando empiezan a agarrar durante un tiempo más largos los objetos, van mejorando también la motricidad fina. Empiezan a mostrar interés por introducir objetos pequeños en cajas, enhebrar bolas, etc. Todos esos ejercicios se pueden hacer en casa e ir subiendo poco a poco el nivel de dificultad.

A partir del año de edad es cuando desarrollan la capacidad de manipular objetos de manera cada vez más compleja: manipulan cubiertos, pasan las páginas de un libro y hacen los primeros garabatos con lápices de colores, por ejemplo.
Los primeros años de vida de un ser humano son maravillosos: cada día el/la bebé va perfeccionando sus habilidades y hace nuevos descubrimientos, se entusiasma por sus logros y aprende mucho. Es precioso verlos concentrados y felices.
Algunos de estos juguetes se pueden hacer en versión DIY pero, sobre todo si tenéis niñ@s forzud@s o si los juguetes pueden ser aprovechados por más de un hermano/primo/amigo, merece la pena comprarlos.
Nuestro «tablero de aprendizaje de vida práctica DIY» tuvo vida demasiado corta, sobre todo considerando su coste total y el tiempo que me llevó hacerlo.
En nuestra casa han tenido mucho éxito: las cajas de permanencia, las cucharas de distintas dimensiones para trasvases, los juguetes de enhebrar, los muñecos para dominar las habilidades básicas necesarias para vestirse y
desvestirse, la casa de cerraduras, las construcciones, los puzzles, las ceras y los lápices de colores.
Os enseño lo que más nos gusta.
Caja de permanencia fabricada en madera natural, equivalente del tradicional juego del «cucu-tras» ayuda a los pequeños a comprender que los objetos siguen ahí aun cuando dejamos de verlos. Genial para trabajar la angustia de separación, el concepto de permanencia de los objetos, la coordinación oculo-manual, estimular la motricidad fina. disponible con distintas formas geométricas (cilindro, cubo, prisma triangular). También disponible en otros modelos.
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Juguete clásico compuesto por 25 piezas de madera de colorines para combinar y apilar encima de las 3 barras. Hay anillos, octágonos y rectángulos. Para aprender las primeras formas, colores y diferenciar tamaños.
A partir de 1 año.
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Cada pieza del puzzle lleva un pivote para que el niño pueda agarrarla y encajarla fácilmente. Muchos modelos disponibles.
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10 cubos apilables de madera, de distintos colores con números y dibujos de animales y objetos. Para desarrollar el equilibrio, aprender los colores y los números.
A partir de 1 año.
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Muchos sólidos geométricos de diferentes colores para encajar. Se puede empezar presentado al niño 3 de ellos, enseñándole la cara del cubo en la que encajan e ir incluyendo más piezas en cuanto el niño ya domine el
juego. Estimula la habilidad de reconocer colores y formas y para resolver problemas.  Los bloques de colores fomentan el juego libre.
A partir de 1 año.
Cubo madera con formas geométricas
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Ceras irrompibles (lavables y dermatólogicamente testadas) o lápices de colores gruesos para su fácil agarre.
A partir de 1 año.
Ceras  
Lápices de colores

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Un juguete clásico que ayuda a desarrollar la coordinación ojo/mano, la percepción visual y la motricidad fina.
A partir de 1 año.
Puzzle pesca magnético

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 Al ser blanditos son ideales como primeros bloques (y para la fase: «mamá, mira qué bien se me da lanzar objetos contra la tele/las ventanas/el
gato/tu cabeza»).  Confección grande con 60 bloques de colores. Atóxicos. Estimulan la capacidad manual y la creatividad.
A partir de 18 meses.

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25 formas ensartables.
A partir de 2 años.
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Utensilios para trasvases con diseño ergonómico para fácil agarre.  Ideales para usar en la mesa de arena y agua.
A partir de 2 años.
Kit variado
Pinzas
Pinzas con agujeros
Cuentagotas

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 Manzana para ensartar una pequeña oruga unida a una cuerda.
A partir de 2 años.
Manzana de madera
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Dos muñecos de tela, lavables, con cremallera, botones, cordones y velcro.
A partir de 2 años.
Muñecos

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4 tableros de pre-escrituras para aprender los trazos fundamentales. De muy buena calidad.
A partir de 2 años.

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Tablas de cartón con bonitas ilustraciones que hay que completar insertando en los agujeros clavijas de madera de colores.
A partir de 2 años.
Mosaico

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Para aprender colores, formas y emociones. Al apretarlos, los pollitos pían.
A partir de 2 años.
Huevos encajables

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Tablero de madera resistente con imágenes de colores para aprender colores, formas, números y animales y para practicar las habilidades motoras finas. Seis pestillos diferentes para abrir y cerrar.
A partir de 3 años.
Tablero de pestillos

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Tablero de actividades para desarrollar distintas habilidades. Incluye un tablero de puzzle y 6 piezas: cinturones, botón, cordones, botones a presión y cremallera. Promueve la independencia a la hora de vestirse
A partir de 3 años.
Tablero de habilidades básicas

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Un juguete que ayuda a desarrollar las habilidades motoras finas, haciendo coincidir una abeja a la colmena mediante el agarre de pinza.
A partir de 3 años.
Panal de madera

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Un juguete para desarrollar no solo la motricidad fina, sino también par clasificar, emparejar y aprender habilidades matemáticas básicas.
A partir de 3 años.
Mini muffin

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Casita de madera con 4 timbres y 4 cerraduras de latón con claves coincidentes. Incluye también 4 muñecos.
A partir de 3 años.
Casa de muñecas con cerraduras

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Treinta cuentas de madera de colores vivos y cinco formas distintas. Incluye dos cordones largos. Promueve la coordinación mano-ojo y las habilidades motoras finas.
A partir de 3 años.
Cuentas para ensartar

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Bloques para construir en 2D y 3D. Incluye 129 piezas, entre ellas un atornillador, una llave inglesa y varias tuercas, además de una caja para guardar todas las piezas. Para desarrollar la motricidad fina y fomentar la creatividad.
A partir de 3 años.
Juego de atornillar

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Piezas de colores que se pegan entre sí y en cualquier superficie lisa.
A partir de 3 años.
Juego de construcción

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Con forma de pastel relleno de frutas, este juguete ayuda a desarrollar la motricidad fina, a aprender a clasificar y a contar. Incluye pinzas.
A partir de 3 años.
Juguete de clasificación y conteo

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Juego de insertar clavijas. Incluye 300 clavijas cuadradas y triangulares.
A partir de 4 años.
Fantacolor

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Juguete de construcción con barras magnéticas, bolitas y piezas de
plástico.
A partir de 3 años. 
Geomag (44 piezas)
Reseña: Geomag

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Telar de madera de iniciación.
A partir de 4 años.
Telar

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 Como alternativa a las cuentas Hamas, existen estas perlitas para realizar creaciones que se vuelven permanentes simplemente con agua. La caja que hemos elegido es muy completa: incluye 20 colores y 8 plantillas.
A partir de 4 años.
Aquabeads
Aquabeads animales

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10000 cuentas de tamaño MIDI, de 10 colores diferentes. Se pueden crear una infinidad de creaciones coloridas e incluso convertir los diseños en permanentes al pasarles la plancha caliente (lo tiene que hacer un adulto). Para desarrollar la psicomotricidad fina y la creatividad.
A partir de 5 años.
Cuentas Hama

Plantillas

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