Las dos son muy diferentes: Dorothy tiene más pelo que ella, es mucho más grande y no habla mucho.
Pero esas diferencias no les impiden disfrutar de la compañía mutua. Se bañan en el río y juegan a ser isla y náufraga, van de excursión y la pequeña cuenta a su amiga cuentos que la otra no conoce y le canta canciones.
No le importa que Dorothy parezca ausente porque ella sabe reconocer cuando su amiga está feliz o triste.
Esta preciosa amistad se ve obstaculizada por “las demás”, otras niñas que no quieren incluir a Dorothy en sus juegos y la insultan llamándole “gigante horrorosa”. Pero su pequeña amiga sabe que lo hacen porque en sus cabezas “solo caben cosas de princesas”.
El juicio negativo de las demás influye en esta grande amistad solo para reforzarla. Se trata de una amistad verdadera en la cual las diferencias consolidan el vínculo.
No importa que Dorothy no sea muy habladora: su amiga sabe perfectamente interpretar su estado de ánimo en cada situación.
Un canto a la amistad, esa que surge cuando encontramos a otra persona que encaja con nuestra forma de ser y con la cual nos gusta compartir tiempo, experiencias, momentos alegres y también tristes.
Una historia muy tierna, dedicada a esas personas que con valentía se enfrentan a los prejuicios sociales y tienden la mano a aquellos que son considerados «diferentes», a todos aquellos a los que no les importan las diferencias porque saben lo enriquecedoras que son.
Un cuento entrañable dedicado también a esas personas especiales que demasiado a menudo vienen juzgadas porque no se ajustan al patrón de “normalidad” imperante pero que siempre tienen mucho que ofrecer.
No son solo personas que nos necesitan, sino personas que necesitamos y que cada día nos enseñan algo: sobre todo nos enseñan la hermosura del cariño incondicional.
Una fábula en la que se valoran esas pequeñas cosas que transforman otro ser humano en alguien especial: un amigo.
La ilustradora
Mar Blanco ha sabido dar un toque tierno y al mismo tiempo divertido a esta bella historia de personajes con alma y llenos de color. En su
blog encontrarás más ejemplos de su arte.
Unos personajes cuya historia llega al corazón, de esos que no se olvidan cuando se llega a la última página del libro. Éste es uno de esos cuentos que los más pequeños pedirán una y otra vez.