El cielo de Afganistán
Ana A. de Eulate (Autora), Sonja Wimmer (Ilustradora)
Editorial Cuento de Luz
+5 años
El mayor sueño de la niña afgana protagonista de este bello álbum ilustrado es que en su país, que ella tanto ama, reine la paz.

Su sueño vuela en el cielo como una cometa roja de lunares blancos y de largas cintas acariciadas por el viento.
Es así como ese sueño consigue llegar a todos los hogares, donde hay gente de todas las edades que comparte su mismo anhelo. Hogares de niños y niñas que han dejado de sonreír pero de los cuales ella no ha olvidado la sonrisa dulce y serena. Niños y niñas curiosos y con ganas de aprender.
La oportunidad de ser feliz en Afganistán se llama paz. En contraste con el estruendo de la guerra, la felicidad es un lugar en el que por fin reina el silencio.
Un himno a la esperanza de que es posible construir un mundo mejor, dejar atrás la destrucción material y emotiva que la guerra lleva consigo, y volver a construir las bases del país en la inocencia que aún alberga en los corazones de la gente que quiere la paz.

La cometa es el símbolo de esa paz tan deseada: vuela, llevada por el viento, es libre, puede incluso alcanzar las estrellas en un sueño en el que todo es posible. Incluso que las niñas acudan a la escuela.
No se puede leer este cuento sin conmoverse y al final los ojos del lector (adulto) y los de la voz narradora acaban llenándose de lágrimas al mismo tiempo.
Los niños, sobre todo los más pequeños que desconocen la historia de ese país, se quedan con lo positivo: con la protagonista que comparte su sueño de futuro con sus juguetes, con un enorme lirio rosa que impide que un minúsculo tanque sea un instrumento de guerra, con la mirada atenta de niños ansiosos de aprender y que siguen siendo capaces de divertirse incluso en la desolación de la guerra.
El recorrido hacia la paz no es fácil y menos aún en un país como Afganistán, destrozado por largos años de conflicto. Es un recorrido sobre un hilo suspendido en el aire en un desierto de arena, en el que unas flores rojas son la alegoría de un futuro esperanzador.
Lo peor de la guerra no es la destrucción material, sino las secuelas que deja a nivel emotivo, la horrible sensación de que ese estado es lo “normal”. Hace falta mucho valor para sobreponerse a esa situación y actuar para cambiar las cosas.
Un texto poético con ilustraciones sugestivas que llegan al corazón.
El contraste entre el gris de la mayoría de los personajes, el amarillo de la arena del desierto y algunos objetos de colores (las cometas, los muñecos de la protagonista, las prendas de los niños que sonríen, las flores) hace que el vínculo entre palabra e imagen sea perfecto.
El contraste entre el gris de la mayoría de los personajes, el amarillo de la arena del desierto y algunos objetos de colores (las cometas, los muñecos de la protagonista, las prendas de los niños que sonríen, las flores) hace que el vínculo entre palabra e imagen sea perfecto.

Un cuento que habla de la guerra casi sin nombrarla porque es un canto a la esperanza, una invitación a seguir creyendo que es posible construir un lugar donde reine la concordia.
De ese cuento me cautivó en primer lugar la temática.
Durante mis estudios del máster “Educación para la paz”, muchas veces nos preguntábamos cómo poder explicar la guerra a los niños que, afortunadamente, no la viven en primera persona y hacerlo de forma clara pero no traumática.
También nos preguntábamos qué herramientas ofrecer a los pequeños que viven en zonas de guerra para que no acepten aquella situación como la única posible.
Pues este cuento es lo ideal en los dos casos.
Además de haber sido publicado en castellano e inglés, los dos idiomas en los cuales habitualmente la Editorial Cuento de luz publica sus libros, existe una edición en dari, expresamente pensada para las niñas afganas que pueden identificarse con la protagonista del cuento.

Foto de una niña afgana con un ejemplar del cuento en dari – desde la página Facebook de Cuento de Luz (Esp)
Se trata de un cuento solidario: los ingresos de la venta de esta obra han sido cedidos a la Fundación Cometa que los ha destinado a la construcción de un colegio en Afganistán.
Porque la educación es la clave.
Porque la educación es la clave.
Si te gusta este libro y quieres comprarlo online en una web de confianza, lo encuentras AQUÍ.
Me parece una pasada. Los niños me encantan y su felicidad me hace sentirme a mí más feliz también. Gracias a todos los que colaboráis en esta noble causa.
Un abrazo