
Edad recomendada: +6 años
Duración partida: 30 minutos
Jugadores: 2-5
Una de las novedades más interesantes de este año entre los juegos de mesa es sin duda «Leo va la barbero», un juego de memoria cooperativo, pensado para niñ@s a partir de 6 años. Las partidas duran alrededor de 30 minutos y puede participar de 2 a 5 jugadores.
Este juego ha resultado ganador del prestigioso Deutscher Spiele Preis al mejor juego infantil del año en Alemania.
Leo el león tiene que ir urgentemente al barbero porque el estado de su melena empieza a ser preocupante. Así que se levanta temprano para ir a la barbería del mono Bubu. Parece algo sencillo si no fuera que Leo es tan sociable que no puede evitar entretenerse a charlar con todos los animales que se encuentra por la selva.
Entre todos, los jugadores tendrán que conseguir que Leo llegue a la barbería de Bubu antes de que su melena sea demasiado larga. Para ello, tendrán que ir memorizando los distintos animales que se crucen en el camino para evitarlos y poder llegar antes de que el reloj marque las 8 y pasen 5 días.
Para jugar con Leo va al barbero, se utilizan:
– 30 fichas de camino
que sirven para construir el tablero. Cinco de ellas son indicadores de tiempo (horas) y en las demás aparecen los animales que Leo se cruza por el camino (cebras, rinocerontes, cocodrilos, loros, leonas).
que sirven para construir el tablero. Cinco de ellas son indicadores de tiempo (horas) y en las demás aparecen los animales que Leo se cruza por el camino (cebras, rinocerontes, cocodrilos, loros, leonas).


– 20 cartas de movimiento. Sirven para avanzar a través del tablero (muestran a Leo que anda o corre, con distintos valores).

– Una figura de madera que representa a Leo.
– Una ficha de inicio (la cama de Leo) y una ficha de meta (la peluquería de Bubu).
– Un despertador con una manecilla móvil.
– El puzzle de Leo con las diferentes secciones de su melena (5 piezas).
– Las instrucciones del juego (y las indicaciones para modificar el juego para que se vuelva más sencillo o más complejo).
Se empieza colocando la ficha de inicio (la cama de Leo) en el medio y, encima, la figura de Leo.
Se mezlan las fichas de camino, con las cuales los jugadores irán formando un camino, boca abajo y se reparten las fichas de movimiento entre los jugadores.
Se dejará el despertador con la manecilla en las 8.

Primer día
El primer jugador tiene que usar una de sus cartas y mover a Leo tantas fichas de camino como indique el valor de su carta. Allá donde llegue Leo, el jugador debe dar la vuelta a la ficha que hay debajo.
Se pueden dar 3 opciones:
- Si la ficha de camino muestra un animal cuyo color no coincide con el de la carta jugada, significa que Leo se queda hablando con ese animal y habrá que avanzar la manecilla del despertador en base al número que aparece en la ficha de camino.
- Si la ficha de camino muestra un animal cuyo color coincide con el de la carta jugada, significa que Leo no se entretiene hablando y el despertador no avanza.
- Si la ficha de camino muestra un indicador, significa que Leo no se entretiene hablando y el despertador no avanza.
Si el despertador marca las 8, o supera esa hora, Bubu cierra la barbería y Leo deberá regresar al día siguiente.
Segundo día (y siguientes)
A partir del segundo día, habrá que ejercitar la memoria e ir utilizando las cartas de movimiento para avanzar por el tablero sin que avance el reloj. Los jugadores podrán hablar entre ellos para decidir cuál es la mejor jugada a realizar.
Al ser un juego cooperativo, o ganan todos los jugadores o todos pierden.
La partida finaliza cuando se da una de estas dos situaciones:
- Leo llega a la barbería de Bubu antes de que el despertador marque las 8 (victoria).
- La melena de Leo ha crecido al máximo durante 5 días y los jugadores no consiguen llevarlo al barbero antes de las 8 (derrota).

Además por lo entrañable que es el protagonista y por la ambientación en la selva, este juego nos gusta por las distintas posibilidades que ofrece de incrementar o disminuir su dificultad, lo que permite que puedan jugar niñ@s de edades diferentes. Para hacerlo más fácil, se puede jugar con las cartas descubiertas para que los jugadores puedan dialogar y decidir la estrategia a seguir todos juntos desde el principio. Para hacerlo más difícil, se puede prohibir hablar a los jugadores entre ellos, a menos que Leo no llegue a una ficha de camino que represente un loro.
Para aumentar aún más el nivel de dificultad, se puede establecer que no se pueda llegar directamente a la ficha del barbero sin antes dar la vuelta a la ficha de camino y comprobar si el despertador avanza o no. Los jugadores ganarán solo si todavía no son las 8.
Nos gusta también porque fomenta el trabajo en equipo y el diálogo entre a los jugadores. Es, al mismo tiempo, un juego de memoria y de estrategia, algo que añade diversión a las partidas.
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