
«Vaiana» ha sido presentada como la «película más feminista de Disney» y, sin llegar a ser perfecta, en comparación con otras películas del mismo estudio cinematógrafico, es sin duda la mejor.

La historia es bastante sencilla pero consigue enganchar al público.
Hace 3000 años, la diosa todopoderosa Te Fiti creó la vida. Tras ello cayó en un profundo sueño, convirtiéndose en una isla. Su corazón se transformó en una pequeña talla de pounamu, robada por los monstruosos marinos. La desaparición de la talla condenaba a las islas a desaparecer a su vez.
1000 años después Vaiana, una joven de 16 años de edad, hija única y sucesora de un importante jefe, empieza a notar algunas señales que le indican que la isla donde vive puede desaparecer. Ella quiere recuperar las costumbres ancestrales de su pueblo, especialmente sus exploraciones más allá de la bahía, pero su padre se opone. Gracias a los consejos de su abuela
Gramma Tala, inicia un viaje al lado de Maui para recupera recuperar el corazón de la diosa y salvar así su isla y su pueblo de la desaparición.
Gramma Tala, inicia un viaje al lado de Maui para recupera recuperar el corazón de la diosa y salvar así su isla y su pueblo de la desaparición.
Una peli que trata temas interesantes (como el de la naturaleza y la necesidad de protegerla) y tiene una ambientación espectacular, la Polinesia.
La protagonista no es una princesa, sino una futura jefa de una tribu, y no tiene miedo a enfrentarse al semidiós Maui, un personaje muy narcisista y algo machista. No hay historia de amor, ni Vaiana necesita que ningún hombre, tampoco su padre, le diga qué hacer.
La protagonista no es una princesa, sino una futura jefa de una tribu, y no tiene miedo a enfrentarse al semidiós Maui, un personaje muy narcisista y algo machista. No hay historia de amor, ni Vaiana necesita que ningún hombre, tampoco su padre, le diga qué hacer.
Otro elemento a favor de la peli es que, en su versión original, todas las voces las prestan actores polinesios, algo que hoy en día, por la sensibilidad hacia el riesgo de apropiación cultural, se tiene muy en cuenta. También las canciones son muy pegadizas y unen los ritmos del Pacífico a la vivacidad del pop actual con influencias latinas. El compositor es Lin-Manuel Miranda, ya ganador de premios Tony, Emmy, Grammy e incluso del Pulitzer.
Una peli que ha tardado 5 años en ver la luz, debido al gran trabajo de investigación sobre la cultura polinesa que hay detrás.
Personalmente la recomiendo a partir de 5-6 años porque hace el final de la película, se libra una batalla entre dos personajes que, aunque no sea cruenta, puede resultar un poco violenta.
Vaiana no tiene nada en común con las llamadas «princesas Disney», cuyas películas se han inspirado casi siempre en los cuentos de los hermanos Grimm o de Andersen, lejos de la sensibilidad moderna.

A Anna Laura la película le ha encantado y, al final, aunque personalmente no sea muy fan del merchandising de las películas, nos hemos hecho con la muñeca de Vaiana. Nos gusta porque es un juguete que acerca a la diversidad cultural y además no tiene las típicas medidas imposibles de una Barbie (tiene, por ejemplo, brazos y piernas fuertes, orejas grandes, nariz chata).
Llevamos medio verano viendo esta película una y otra vez. Mi niño tiene cuatro años y está obsesionado con ella mientras yo no dejo de tararear esas canciones tan pegadizas.
Abrazo!
La única pega q encontré es q en un momento de la peli el semidiós Maui (hombre) es el q salva a la protagonista. Era too much para Disney sacudirse ese estereotipo
Bueno…es cierto, pero también ella lo salva a él del cangrejo"Brillante". Me gusta verlo como que las personas se ayudan entre si y así lo he comentado con mis dos niños. Creo en la necesidad de criar personas sensibles en la igualdad.
Me ha encantado…y a mis dos niños igual…en una semana de vacaciones la han visto cada día…eso si,solo eso!!