Reseña: «¡Pink! El pingüino que se volvió rosa»

¡Pink! El pingüino que se volvió rosa
Lynne Rickards (Autor), Margaret Chamberlain (Ilustradora) 
Trapella Books

 

+5 años

Un día, el pingüino Patrick se levanta y se da cuenta de que se ha vuelto de color rosa intenso. Todo pasó de la noche a la mañana, sin que nada dejase imaginar algo así.

Su madre lo lleva a ver a la doctora Black, la cual no sabe encontrar una explicación a ese repentino cambio de color. Había visto pingüinos azules por el frío o verde a causa de un mareo, pero rosa nunca.
De vuelta a casa, su padre le enseña un libro lleno de pájaros de color rosa. Se trata de flamencos y explica a su hijito que los machos y las hembras son
del mismo color.
Patrick está muy preocupado por lo que dirán sus amigos, a pesar de que su madre intente consolarlo, diciéndole que pronto se acostumbrarán a su nuevo aspecto.
Pero Patrick sigue sin estar convencido. No quiere ser diferente y sobre todo
¡los niños no son rosa!
Decide así viajar para unirse a los flamencos. Pone todo de su parte para integrarse en el grupo pero no era capaz de pescar en el agua con el pico como ellos, ni de echarse la siesta a la pata coja y mucho menos de volar para llegar a la zona de anidación…

Nuestro pequeño pingüino ve que allí no encajaba y decide volver a casa. Todos le acogen con entusiasmo, escuchan sus aventuras y le confiesan lo mucho que le habían echado de menos.

Por fin Patrick siente que aquello era su lugar, vuelve a sentirse feliz, rodeado de los suyos.
Y su color deja de importar.
Un cuento que no solo rompe el estereotipo de «los niños de azul y las niñas de rosa», sino que enseña a l@s peques lo importante que es aceptarse tal y como somos y que ser diferente al fin al cabo no es tan malo.
El aspecto exterior no cuenta, lo que cuenta de verdad es ser valiente y luchar para encontrar nuestro lugar en el mundo.
Una bonita historia que nos enseña también que los auténticos amigos te aceptan seas como seas. Los padres de Patrick están allí para consolarlo, aconsejarle, apoyarle en sus decisiones: un gran ejemplo de crianza respetuosa.
A través de las coloridas y alegres ilustraciones de Margaret Chamberlain, este entrañable cuento se convierte en una valiosa herramienta para la tolerancia y el respeto hacia el prójimo.