

Para fomentar el amor hacia la lectura, es importante que el lugar a ella dedicado resulte acogedor.
En casa hemos preparado varios rincones de lectura donde la mayoría de los libros son accesibles a la peque para que pueda hojearlos (o pedir a un adulto que se los lea) en cualquier momento.
Solo algunos libros especiales (por ejemplo, los pop-ups o los que están descatalogados) los he puesto un poco más arriba.
Tenemos una estantería tradicional en su cuarto de juegos (con la mayoría de libros) y un rincón con libros a la vista en el comedor (cerca de los materiales Montessori, así que se trata de libros más «didácticos»).
En la mesita de noche al lado de la cama tenemos dos cestas con los cuentos favoritos del momento, para la lectura de las buenas noches.
En casa hemos preparado varios rincones de lectura donde la mayoría de los libros son accesibles a la peque para que pueda hojearlos (o pedir a un adulto que se los lea) en cualquier momento.
Solo algunos libros especiales (por ejemplo, los pop-ups o los que están descatalogados) los he puesto un poco más arriba.
Tenemos una estantería tradicional en su cuarto de juegos (con la mayoría de libros) y un rincón con libros a la vista en el comedor (cerca de los materiales Montessori, así que se trata de libros más «didácticos»).
En la mesita de noche al lado de la cama tenemos dos cestas con los cuentos favoritos del momento, para la lectura de las buenas noches.

Para que los niños se sientan atraídos por los libros se suele aconsejar posicionar los libros de manera tal que se vea la portada, así reconocerán los libros en seguida.Para espacios reducidos, e incluso para aprovechar el pasillo o una columna, van bien los especieros Bekväm de Ikea, en madera natural (se puede pintar) que pero no pueden contener muchos libros.

También los estantes para cuadros Knoppang (75 cm) pueden servir para que los libros queden a la vista. Hay que tener cuidado al posicionar los libros porque podrían caerse. Esos estantes han sustituido el modelo anterior, Ribba.

Si se dispone de algo más de espacio, lo ideal sería una estantería y al lado una alfombra y unos cojines en el suelo. Nosotros hemos reciclado el colchón de la cuna (que no se ha llegado a usar).

Hecha a mano en madera natural y con barniz al agua, permite almacenar unos 85 libros.

Estantes de lona blanda para evitar que los libros se dañen. De los libros se ve una parte de la tapa, en lugar de verse el lomo. Disponible en distintos colores (he seleccionado éste porque lo veo más en línea con Montessori).

Alfombra de algodón lavable. De esta misma marca hay varios modelos/colores.

Cojín con ilustración de Quentin Blake y una frase de Charlie y la fábrica de chocolate. 30x30cm. En algodón.

Un tipi indiano (120x120x145cm) se puede convertir en un rincón de lectura muy especial. De algodón ignífugo y madera de pino de Nueva Zelanda.

Una casita de madera (con tobogán). ¡Ésta me la pido para mí (para cuando me toque la lotería)! Me parece un rincón ideal para leer tranquilamente.