Reseña: «¡Soy una niña!»

¡Soy una niña!
Yasmeen Ismail 
Editorial Corimbo

 

+3 años

 

A la protagonista de esta historia la confunden constantemente con un niño.
Mientras está bebiendo un refresco, juega a hacer espuma con la pajita y acaba derramando todo por la mesa. Cuando oye a la camarera suspirar: «Definitivamente, los niños son unos revoltosos y desordenados«, le sale espontáneo protestar: «¡Pero si soy una niña

Es una niña a la que le gusta ir a toda velocidad en su patinete, saltar a la piscina, tocar la trompeta, hacer ruido y brincar por todos lados. Una niña que adora jugar con las muñecas pero también hacer una carrera y ganarla.

Es una niña, y no va a permitir que nadie le diga lo contrario. Porque al fin y al cabo, solo es ella misma y le encanta ser como es.

Un álbum ilustrado lleno de color, optimismo y energía que celebra quiénes somos de una manera divertida y animada.
Nuestra protagonista está cansada de ser víctima de los prejuicios de la gente y del sexismo imperante en la sociedad.
Es pequeña pero se da cuenta perfectamente de lo que los demás esperan de ella. Esperan que sea siempre «tierna, dulce y educada«.
Pero su carácter es complejo, ella a veces puedes ser «rebelde y algo descarada» y también»valiente y espontánea» pero no por eso deja de ser una niña.

Le encanta leer, aprender sobre cualquier tema, hacer ruido y tocar instrumentos musicales, le gusta competir y ganar. Y todo eso no es incompatible con lo femenino.
También notamos la forma en la que la mayoría de las personas adultas que aparecen en el cuento les hablan a los niños: de forma muy poco educada y casi siempre para regañarla, algo que ocurre demasiado a menudo en la vida real.
Este relato nos lleva a preguntarnos el motivo por el cual hay actividades y actitudes que se relacionan solo y exclusivamente con la masculinidad y están mal vistas en una niña.Y, más en general, ¿por qué el color rosa tiene que ser para las niñas y el azul para los niños?En «Pink and Blue: Telling the Girls From the Boys in America«, la historiadora Jo B. Paoletti explica que en EEUU no se usaron los tonos pastel para los bebés hasta la Primera Guerra Mundial; hasta aquel momento se había usado solo el blanco. Además el rosa era el color de los niños, al ser «más decidido y fuerte», mientras que las niñas debían vestir el azul, “más delicado y amable”. Eso porque el rosa se asociaba al rojo, el color de la sangre y del vigor.
En Estados Unidos empieza a asentarse esta diferencia después de la Segunda Guerra Mundial. En 1927 Time publicaba un cuadro que detallaba cuál era la oferta preferente de colores en grandes almacenes estadounidenses: el 60% de los grandes almacenes prefería el rosa para los niños.
A partir de los años 80, el rosa se impuso definitivamente en la paleta de colores en miles de productos para niñas. Así que no hay raíces ancestrales que justifiquen estas preferencias ni razones genéticas.
Según Anne Fausto-Sterling, los niños de menos de dos años prefieren los
colores intensos como el rojo y el azul, y no los colores suaves y pastel.
Según una encuesta de Eva Heller, publicada en Psicología del color, a todos, hombres y mujeres, nos gustan el azul, el verde y el rojo, y nos desagradan
el marrón, el rosa y el gris. El rosa sólo es el color favorito de menos del 5% de las mujeres.
Puedes profundizar este tema aquí.Yasmeen Ismail, nacida en Dublín y afincada en Bristol, pluripremiada escritora e ilustradora, es artífice de la historia y de las coloridas ilustraciones, realizadas con acuarelas.
Me encantan las historias de niñas que luchan contra los estereotipos porque me siento identificada: demasiado a menudo hay quienes se toman la molestia de recordarnos a las mujeres que «eso no es para chicas». Mi hija no lleva pendientes y lleva el pelo corto así que, cuando se pone un pantalón corto, hay quien la confunde con un niño. Ella contesta, con la misma intensidad de la protagonista del cuento, que es una niña, defiendo su identidad de género contra los prejuicios.
A pesar de su corta edad, ya se ha dado cuenta de que en la sociedad actual se asocia el rosa a lo femenino y el azul a lo masculino, así que siempre felicita a niños y hombres que llevan camisetas de color rosa con un alegre:
«Me encanta tu camiseta. ¡Qué color más bonito!«.
Este libro es perfecto para niñas y para niños: en sus páginas aparece un niño que juega con una muñeca y que tiene que escuchar la dichosa frasecita «las muñecas son para las niñas». Es que los prejuicios de género nos afectan a tod@s.  
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