
Viajar con niñ@s es una experiencia muy enriquecedora para toda la familia. Confieso que antes de convertirme en madre, cuando veía familias que viajaban con niñ@s pequeñ@s, me parecía una locura. Sin embargo, es mucho más fácil y divertido de lo que parece.
L@s niñ@s aportan su peculiar mirada y hacen que las personas adultas nos fijemos en cosas que, al viajar solos, nos perderíamos.
Tras haberlo pensado mucho, decidimos que ya había llegado el momento de hacer un viaje largo con Anna Laura.
Ella está acostumbrada a viajar en avión desde que era una bebé pero nunca había pasado más de 4 seguidas horas en un avión. Y esta vez se trataba de un viaje de casi 10 horas.
La elección del destino no ha sido casual, ya que su papá es cubano y era la ocasión perfecta para conocer sus raíces caribeñas.
Pero es que Cuba de verdad merece una visita. Es un país en equilibrio entre pasado y futuro, que anhela el cambio y al mismo tiempo lo teme, en el que
nadie habla de política pero todo el mundo opina…
Un país que ya celebró el fin del bloqueo anunciado por Obama sin que en realidad nada haya cambiado: EEUU sigue sin dejar que sus ciudadanos viajen libremente a Cuba, las empresas necesitan permisos especiales para hacer negocios en la isla y sigue sin derogarse la cruel ley de ajuste cubano «wet feet, dry feet«…
La Habana es una ciudad preciosa en su majestuosidad y melancolía, espléndida con sus edificios decadentes; recuerda Sevilla (y Cádiz) pero al mismo tiempo encierra en sí e irradia el calor del Caribe y la fuerza de África.

El número de turistas ha aumentado, la ciudad se está llenando de hoteles de lujo y nuevos museos. El centro histórico y el puerto día tras día están recuperando su antiguo esplendor y perdiendo su actual encanto…


A Cuba el turista llega intrigado por su historia y se va conmocionado por ese país y esa gente que no tiene casi de nada pero lo tiene todo.

tipo de cambio se puede consultar en la web del Banco Central de Cuba.
No se puede comprar moneda cubana (CUC) fuera de Cuba. Hay que cambiar el dinero al llegar al aeropuerto de La Habana, en las cadecas o en las oficinas del Banco Cubano Metropolitano. Esta última opción es la más
ventajosa pero hay que enfrentarse a largas colas.Para viajar a Cuba es necesario un seguro de viaje y un visado de turista (que actualmente cuesta 22 euros y tiene una duración de 45 días). Ambos se tramitan en las agencias de viaje o, si compráis el billete por Internet, lo más cómodo es pedirlo en www.onlinetours.es (los envían a domicilio en 72 horas laborales).
PREPARACIÓN DEL VIAJE
Mi pareja lleva desde mi embarazo hablando a la peque de Cuba. Así que desde este punto de vista, todo ha sido muy fácil. Cuba ha sido uno de los primeros países que ha aprendido a reconocer en un mapa, y ya conocía varias canciones infantiles, algunos bailes y ha probado (y cocinado) comida cubana.
También es aconsejable explicarle, según la edad, algo de la cultura y el folclore de esos lugares.
Hemos volado de Málaga a Madrid y de allí a La Habana.


Hemos volado con Iberia, que es siempre nuestra primera opción cuando se trata de un vuelo de larga distancia.
España, que yo sepa, no hay vuelos directos.
La peque ya tiene asiento propio (hasta 2 años pueden viajar en brazos).
A ella y a tod@s l@s niñ@s, han regalado una bolsita con un pasaporte y una pizarra «mágica». En frente de cada asiento hay una pequeña pantalla con películas infantiles, música y videojuegos.
La comida es abundante: casi siempre hay carne con verduras, un poco de pasta, un pequeño postre.
El viaje de ida lo pasó despierta, jugando; mientras el viaje de vuelta, que ha sido de noche, durmió casi todo el tiempo (y mamá aprovechó para ver no una, sino dos películas seguida, algo que no me ocurría desde hace años…)
Hemos tenido que ampliar nuestro kit anti-aburrimiento para viajes y, a los juegos y las pegatinas, hemos añadido unas cartas de actividades que nos han ayudado muchísimo no solo durante las largas horas en avión, sino también durante la escala en Madrid.


Uno de los platos favoritos de mi hija es arroz con judías, algo que en Cuba se encuentra prácticamente en todos los restaurantes y paladares, con el nombre de «congrí». Carne, pescado a la plancha, marisco y, lo mejor, mucha fruta y verdura.
El plátano macho está delicioso en puré o frito, así como la malanga.
Se encuentran también manzanas, a la venta por unidad.
Es importante consumir solo agua embotellada o hervida.
En los supermercados en CUC se encuentran bollería y galletas de marcas españolas.
La mejor forma de moverse en Cuba es con coches particulares, un bien que escasea.
Así que, si tenéis previsto recorrer la isla, lo mejor es reservar un coche antes de viajar.
También nos hemos subido al autobús turístico que recorre La Habana, donde hay cinturones de seguridad.
En la parte peatonal del centro de La Habana, las calles están preparadas para desplazarse con cochecitos y sillas de paseo, pero la opción más cómoda para todos es siempre el porteo.

ALOJAMIENTO
Nosotros hemos combinado estancia en hotel y en casas de alquiler. Esta segunda opción es sin duda la más cómoda para l@s niñ@s, ya que disponen de más espacio para jugar y acaban sintiéndose como en casa.


Para viajar a Cuba no hace falta ninguna vacuna especial, según indica también el Ministerio de Exteriores de España.
botiquín de productos básicos.
Al ser una zona a riesgo de dengue, malaria y zika, no puede faltar algún producto específico contra los mosquitos.
INTERNET
Al momento es posible conectarse a Internet en varios puntos wifi ubicados en distintas zonas de las principales ciudades. En La Habana hay conexión wifi sobre todo en el casco antiguo (Centro Habana) y en los hoteles. Para conectarse hace falta una tarjeta que cuesta 2 CUC y se puede adquirir en los establecimientos de ETECSA (la compañía telefónica cubana). En algunos hoteles a veces es posible encontrarlas por 6 CUC.
PLAYA
El sol del Caribe quema (y mucho) en todas las estaciones del año. Los lugareños suelen bañarse con ropa…eso lo dice todo. Así que son necesarias cremas con protección muy alta, camisetas con protección solar y sombreros.

Hemos aprovechado para visitar a la familia y disfrutar de la tranquilidad que se respira en el interior. Anna Laura ha dado de comer por primera vez a unas gallinas, ha visto caballos, vacas, patos, burros, también un zuzuncito. Le ha llamado mucho la atención la vegetación tropical, en especial modo las enormes palmeras cocoteras (y ha aprendido a no caminar debajo de ellas, por si acaso…)

PISCINAS
En La Habana las piscinas de muchos hoteles están abiertas al público en general. El precio de la entrada, comprendido entre 10 y 25 CUC, incluye comida.

Cuando se viaja en grupo, hay que tener en cuenta los deseos y las necesidades de todos los componentes. Y con niñ@s, pasa exactamente lo mismo.


La Habana tiene muchos parques: Parque de la Maestranza, Parque Lenin, Barbe-parque, han sido los parques que más nos han gustado. Los primeros dos son de pago (pero muy baratos).


Hemos evitados los museos que tuvieran relación con la guerra (museo napoleónico, museo de la revolución), eligiendo museos que pudieran ser interesantes para la niña: Museo de Bellas Artes (uno de los dos edificio está enteramente dedicado al arte cubano) y Museo de la Ciencia. Ambos muy recomendables. Y, obviamente, el Museo del Chocolate, que en realidad no es un museo sino una cafetería con encanto, donde se puede ver el proceso de realización de figuritas de chocolate de todo tipo.

Anna Laura adora la música y desde pequeñita hemos puesto a su alcance instrumentos musicales variados. Hemos siempre optado por instrumentos reales y no de juguete, cuidando que tuvieran buen sonido. Maracas, panderetas, timbales, güiros, claves son los instrumentos artesanales típicos del país y se encuentran fácilmente en tiendas turísticas.

También entre la artesanía de la isla hay bonitas muñecas de trapo. La más famosa es Lulú/Marilú, una muñeca reversible, blanca por un lado y negra
por el otro, que representa la diversidad de Cuba. Las muñecas cubanas en origen eran solo negras porque las hacían las esclavas africanas para sus hijas (usando trapitos y ropa vieja), ya que las muñecas de porcelana eran totalmente inaccesibles para ellas. Por cierto, se pueden comprar también online, aquí.

Otro productos interesantes son el dominó de madera, ya que el dominó en Cuba es casi un deporte nacional, y los objetos en papel maché y paja.

Hola, Simona. Hace solo un par de días conocí la existencia de este blog y estoy encantada. El encuentro fue casual, pero ese es otro tema. Solo quería, al menos ahora, contarte que soy cubana y tengo un bebé de 19 meses que nació en España, donde vivimos, y me ha gustado esta entrada sobre la visita que hicieron, hace ya un año, a mi país. Me gustaría conocerte, ya que comparto mucho de lo que escribes sobre todo en relación con la crianza respetuosa, y compartir contigo algunas ideas. Enhorabuena por este blog!
Hola, Isabel. Gracias por tus palabras. Puedes ponerte en contacto conmigo a través de Facebook (Apego, Literatura y Materiales Respetuosos). Estoy deseando volver a Cuba cuanto antes. 🙂 Un saludo.