
3, 2, 1…Azul ¿Una victoria sin Esperanza? (serie Azul 4 de 8)
Rafael R. Valcárcel (Autor), Gabriela Thiery (Ilustradora)
Editorial Palabras Aladas
+8 años
Una de las novedades editoriales más esperadas de 2016 es sin duda la cuarta parte de la serie Azul, una colección de 8 libros cuya protagonista es el mismo personaje, la hormiga Azul, recreada por diferentes ilustradores.
Gracias a todas estas perspectivas, la historia se enriquece y podemos disfrutar de distintas interpretaciones del mismo personaje.
Cada libro, además, es parte de la historia pero al mismo tiempo es un cuento con un principio y un final.
Si todavía no has leído la reseña de Azul ¿Otra hormiga negra? y de Camino azul puedes hacerlo en este enlace y en este otro, para conocer algo más sobre esta valiente hormiga que no quería conformarse con ver el mundo en blanco y negro y consiguió realizar su gran sueño usando el arma más peligrosa de todas: el cerebro.
La Reina Elegida se ha percatado de que su ejército está inexorablemente disminuyendo ya que sus hormigas soldado se están pasando al bando de Azul.
De hecho nuestra Azul sigue trabajando incansablemente para llevar a cabo su plan: a través del uso de la palabra logra «colorear las mentes» de las hormigas del bando contrario para que apoyen su causa. Ya no las considera
«enemigas» sino seres irreflexivos que el poder de la palabra logrará despertar de un largo sueño. Con astucia y valor se propone conseguir algo que parece irrealizable: que incluso la Reina se pase a su bando.
«enemigas» sino seres irreflexivos que el poder de la palabra logrará despertar de un largo sueño. Con astucia y valor se propone conseguir algo que parece irrealizable: que incluso la Reina se pase a su bando.
Pero la Reina todavía cuenta con el apoyo incondicional de once princesas dispuestas a todo para complacerle, incluso a acabar con la vida de la mariposa Esperanza, que, a pesar del dolor por haber descubierto de haber sido utilizada por la princesa de ojos rojos para provocar la guerra (fratricida y sin sentido como todas las guerras), consigue susurrarle a Azul un último mensaje:
Espero que lo que sigas descubriendo con los colores te ayude, algún día, a comprender la belleza de los grises.

Azul no olvidará el legado de Esperanza que, con su ejemplo, le había enseñado a darlo todo para alcanzar un objetivo y gracias al recuerdo de su amiga, intentará animar a las tropas antes del que puede ser el enfrentamiento definitivo contra el ejército de la Reina.
Pero Azul, a diferencia de la Reina, no busca un choque violento.
Sus hormigas están completamente desarmadas, esperando el ataque.
Una vez más Azul recurre a un ingenioso estratagema: un foso lleno de agua y polen en el que las legiones de la Reina acaban cayendo. Una manera inteligente para parar el ímpetu de la batalla y para que las antiguas compañeras, que ahora se encuentran en bandos diferentes, puedan mirarse a los ojos, reconocerse y abrazarse.
El cruel plan de la Reina que intenta transmitir a sus tropas la idea de que el enemigo es diferente y monstruoso, y que el sentido de su existencia está en el sacrificio, fracasa.
Una vez más Azul demuestra saber ir más allá de las cosas que se suelen dar por sentadas y nos transmite la importancia de la imaginación, el valor de la diferencia y de luchar de forma pacífica por defender una manera de ver y entender el mundo.
El personaje de Esperanza nos deja con un mensaje alentador sobre la vida: vivir no es respirar y morir es simplemente volver a la tranquilidad de la existencia pura. A pesar de su destino, su recuerdo acompañará y será de inspiración para sus compañeras.
Como en los libros anteriores, este también tiene una característica muy llamativa: las palabras en los diálogos cambian de color según el personaje que las pronuncia. El color azul está reservado a la protagonista, en honor a su nombre, el rojo a la Reina Elegida, el verde a la mariposa Esperanza y el gris a la princesa de los ojos rojos.
Una vez más la progresión de las páginas está marcada no sólo por el habitual número creciente, sino también por una cantidad de puntitos que representan el camino que la hormiguita azul recorre a medida que vamos avanzando en la historia.
Gabriela Thiery, joven ilustradora argentina, llena de color y de realismo las imagenes, además de conseguir transmitir de forma muy intensa las emociones de los personajes a través de sus trazos.
Después de Emocionario, Gabriela Thiery vuelve a colaborar con Rafael Valcárcel, usando ilustraciones 3D elaboradas con técnicas digitales.
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