Champú sólido. Menos tóxicos y menos plástico.

Como ya comenté en esta entrada sobre hogares sostenibles, estamos intentando hacer pequeños cambios en casa para reducir el uso de plástico y de productos que contienen sustancias tóxicas.

Uno de los cambios más significativos, ha sido empezar a usar jabón en pastilla en la ducha, para el cuerpo y el pelo.

En este momento, para lavarme el pelo, estoy alternando dos productos: el jabón de Alepo (que uso también para el cuerpo; he elegido uno con baja concentración de aceite de bayas de laurel, así es apto también para niños) y un champú sólido.

Funciona exactamente como una pastilla de jabón, pero este tiene la ventaja de no venir envasado en plástico, sino en una cajita de cartón. Además, al contener solo ingredientes naturales, hace que el pelo se mantenga limpio durante más tiempo.

Uno de los ingredientes a evitar es el sulfato, sobre todo el llamado SLS, algo muy común en los champúes líquidos (de supermercado o de farmacia, da igual), pero que se encuentra también en los productos de la marca Lush.

Se frota un poco sobre el cabello húmedo, y luego se masajea. Puede ser que no haga tanta espuma como un champú líquido, pero no hace falta. Las primeras semanas son de adaptación: el pelo tiene que acostumbrarse a productos no tóxicos, pero en un par de semanas se nota el cambio. El pelo tiene incluso más brillo y no hace falta usar acondicionador.

Es importante que después de cada uso se deje secar bien, alejado del agua de la ducha. Por comodidad, en casa usamos estas bolsitashechas de sisal natural de cultivo sostenible, para espumar y luego almacenar la pastilla de jabón y el champú sólido.

Lo bueno de este champú es que hay diferentes tipos que se adaptan a diferentes tipos de cabello (graso, rubio, teñido) y también lo hay en formato ahorro.

 

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