El cerebro de un/a bebé es capaz de registrar cualquier tipo de sonido. En esta etapa los bebés son potencialmente más receptivos para ser bilingües. Es una fase que dura poco: los primeros 4 meses de vida, según un estudio dirigido estudio dirigido por Núria Sebastián-Gallés, de la Universidad Pompeu Fabra, y Laura Bosch, de la Universidad de Barcelona.
Los estudios sobre bilingüismo coinciden en que conlleva innumerables ventajas:
- Los niños bilingües tienen un pensamiento más flexible. Esto es consecuencia de algo tan sencillo como saber que una misma cosa tiene diferentes nombres.
- Son capaces de adquirir nuevo vocabulario de manera más rápida y muestran también una mayor comprensión lectora.
- Por lo general, les resulta más sencillo aprender un tercer idioma y, como yo digo observando a mi hija, dejar de ver un idioma extranjero como una barrera de incomunicabilidad.
- Son más rápidos a la hora de solucionar problemas y tomar decisiones ya que están acostumbrados a decidir constantemente en qué idioma se tienen que expresar.
- Conocer otra lengua a nivel nativo implica también conocer otra cultura, algo que los hace más capaces de aceptar las diferencias entre las personas y tener una mente abierta.
- Tienen mayor capacidad de atención, concentración y memoria a corto y largo plazo. Esto se debe a que acumulan mayor cantidad de materia gris en la parte frontal del cerebro que es la encargada de estas funciones ejecutivas.
Definir quién es una persona monolingüe es fácil: es la que habla con fluidez un solo idioma, su lengua materna. Las personas bilingües hablan dos lenguas. Pero, ¿es suficiente que la segunda lengua se hable a nivel medio-alto? Hay lingüistas que puntualizan que los verdaderos bilingües (llamados también bilingües compuestos y equilibrados) son los que han adquirido ambas lenguas en la primera infancia y tienen habilidad nativa de lectoescritura en ambos idiomas.
Según Albert Costa, psicólogo y profesor de investigación del Centro para Cerebro y Cognición de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), de Barcelona, además de autor de El cerebro bilingüe. La neurociencia del lenguaje “la mera exposición pasiva a una lengua no es demasiado eficaz”. Así que poner a los niños los dibujos en inglés para que «vayan pillando algo» no sirve de mucho, como confirman varios estudios, entre ellos uno realizado en la Universidad de Washington y liderado por Patricia K. Kuhl: “la interacción con otras personas resulta esencial para el aprendizaje de fonemas y palabras”.
Existen diferentes enfoques para fomentar el bilingüismo y que podemos usar en casa. Cada uno de estos sistemas prevé un tiempo de exposición a la lengua minoritaria. Obviamente, cuanta mayor exposición a una lengua, mayor aprendizaje.
1. OPOL
Viene de las siglas inglesas para One Person, one language (una persona, una lengua). Cada miembro de la familia le habla al niño en un idioma diferente, que tiene que ser su idioma nativo. Si no lo es, los efectos serán contraproducentes ya que el niño aprenderá un idioma con errores (de gramática, de pronunciación) y le faltarán vocabulario y conocimiento de expresiones idiomáticas. También es muy probable que el adulto no nativo que intente enseñar un idioma a su hijo no sea constante a la hora de intentar hablar en un idioma que no es el suyo.
Por tanto, este sistema solo funciona en parejas que dominan dos idiomas diferentes.
En casa, por ejemplo, yo le hablo a los niños en italiano y su padre en español. Cuando estamos juntos hablamos en castellano. Al principio cuesta un poco modificar el idioma según la persona con la que se habla, pero, viendo los resultados, merece la pena.
2. Lengua minoritaria en casa
Cuando ambos padres hablan a nivel nativo el mismo idioma y la familia vive en un país en el extranjero, en un país en el que se habla otro idioma, se puede optar por hablar solo la lengua minoritaria en casa.
Todos los miembros de la familia hablarán siempre entre ellos la lengua minoritaria, mientras los niños aprenderán la lengua mayoritaria cuando se relacionen con otros miembros de la comunidad.
3. Tiempo y espacio en la lengua objetivo
También se puede establecer un momento y un espacio determinados para exponer a nuestr@s peques a la lengua objetivo.
Por ejemplo, la madre tiene un nivel muy alto de inglés y decide hablarle a su hijo todas las tardes durante una hora en ese idioma. Este método no ofrece resultados tan buenos como los dos anteriores, porque los niños se pueden mostrar reacios y no siempre los padres que se atreven a hablarle en otro idioma lo manejan con suficiente fluidez.
Si el método se aplica desde cuando l@s niñ@s son muy pequeñ@s, puede convertirse en una rutina naturalizada que, por lo menos, permitirá a nuestr@s hij@s ampliar su vocabulario en una segunda lengua.
Nuestra experiencia con el bilingüismo está siendo maravillosa. En nuestro caso no ha habido retraso en el habla, ya que Anna Laura decía sus primeras palabras con 5 meses. Además le ha resultado muy fácil aprender un tercer idioma (inglés). Los primeros años solo estuvo escuchándolo y almacenando información y empezó a hablarlo (con una pronunciación perfecta) con 3 años. También muestra interés por aprender francés y portugués.
Su hermanito, que acaba de cumplir 8 meses, está teniendo contacto con 5 idiomas diferentes desde el nacimiento, aunque con tiempos de exposición diferentes.
¿Otras familias bilingües (o plurilingües) por aquí que quieran compartir su experiencia? ¿Qué método usáis y cuáles están siendo los resultados?
¿Ya habéis consultado nuestra selección de libros en idiomas extranjeros?
- Libro bilingües (español-inglés)
- Libros en inglés
- Audiolibros en inglés
- Libros y audiolibros en italiano
Nos están resultando muy útiles para practicar los idiomas que hablamos en casa.
Hola! Me llamo Regina, soy española y mi marido es italiano. Vivimos en España y estamos criando a nuestro hijo en el bilingüismo. Nos va genial. Lo estamos haciendo porque nos sale naturalmente y por supuesto porque creemos que es lo ideal para el. Yo siempre le hablo en castellano y mi marido siempre en italiano. Entre mi marido y yo hablamos en castellano, pero como yo entiendo perfectamente el italiano cuando estamos los tres juntos no hay problema. Cada uno en su idioma hablamos y le contestamos. El niño, que cumple mañana 3 años, se dirije sin ningún problema, a cada uno de nosotros en nuestro idioma. Cambia de uno a otro con total naturalidad. Cuando vamos a italia es genial. Sabe perfectamente que alli se habla en italiano y conmigo sigue hablando en castellano. Empezó a hablar bastante pronto y eso que siempre me habían dicho que los niños bilingües tardan en empezar a hablar. No ha sido nuestro caso. Acaba de empezar a ir a la escuela. Allí una de sus guias le habla siempre en inglés y ya me han dicho que le está entendiendo muy rápidamente. Lo que me gustaría saber, es si mas adelante le deberiamos de apuntar a clase de italino, para que lo aprenda a escribir correctamente o si solamente leyendo libros lo puede conseguir.
Yo no soy bilingüe nativa, pero sí me considero bilingüe en castellano y alemán, ya que fui a un colegio aleman, he estudiado carrera en alemán y hablo y escribo fluidamente. Me encantaría que mi hijo aprenda ademas de sus dos idiomas maternos otros idiomas y creo que no tendrá ningun problema para ello. Compraré alguno de vuestros libros recomendados para el bilingüismo. Gracias por vuestro trabajo. Saludos
Gracias por compartir tu experiencia. Yo espero conseguir que escriba correctamente en italiano a través de la lectura y de la escritura en casa de breves textos (cuentos, por ejemplos). Por ahora se está centrando en aprender a escribir en castellano e inglés.
Yo le hablo a mi hijo en catalán, su padre en castellano y desde muy pequeño leemos cuentos, vemos dibujos y cantamos canciones en inglés. Además desde el año y medio lo llevamos a una academia de inglés. Su bilingüismo castellano / catalán es perfecto con 2 años y medio que tiene, pero además me sorprende muchas veces con frases y palabras en inglés.